Dios, El Gran Restaurador

El mundo nos rompe a todos, y luego algunos se hacen más fuertes en las partes rotas. – Ernest Hemingway –
Cuando los japoneses reparan objetos rotos, enaltecen la zona dañada rellenando las grietas con oro. Creen que cuando algo ha sufrido un daño y tiene una historia, se vuelve más hermoso.
El arte tradicional japonés de la reparación de la cerámica rota con un adhesivo fuerte, rociado, luego, con polvo de oro, se llama Kintsugi. El resultado es que la cerámica no sólo queda reparada sino que es aún más fuerte que la original. En lugar de tratar de ocultar los defectos y grietas, estos se acentúan y celebran, ya que ahora se han convertido en la parte más fuerte de la pieza. El kintsugi añade un nuevo nivel de complejidad estética a las piezas reparadas y hace que antiguas vasijas pegadas sean aún más valoradas que las que nunca se han roto. Kintsukuroi es el término japonés que designa al arte de reparar con laca de oro o plata, entendiendo que el objeto es más bello por haber estado roto. En lugar de considerarse que se pierde el valor, al reparar la cerámica se crea una sensación de una nueva vitalidad. Dicho de otra forma, el tazón se vuelve más bello después de haber sido roto y reparado. La prueba de la fragilidad de estos objetos y de su capacidad de recuperarse son lo que los hace bellos.
Llevemos esta imagen al terreno de lo humano, al mundo del contacto con los seres que amamos y que, a veces, lastimamos o nos lastiman. ¡Qué importante resulta el enmendar! Qué importante entender que los vínculos lastimados y el corazón maltrecho, pueden repararse con los hilos dorados del amor, y volverse más fuertes.
KintsugiLa idea es que cuando algo valioso se quiebra, una gran estrategia a seguir es no ocultar su fragilidad ni su imperfección, y repararlo con algo que haga las veces de oro: fortaleza, servicio, virtud… La prueba de la imperfección y la fragilidad, pero también de la resiliencia —la capacidad de recuperarse— son dignas de llevarse en alto.
I. DEFINICIÓN DE LA PALABRA RESTAURACIÓN:

  A. En el hebreo, significa: renovar, reparar, restaurar.                  

Nota: en el A.T. ésta palabra se usa generalmente para referirse a la reconstrucción del Templo del Señor… hoy somos templo del Espíritu Santo de Dios... 
 
  B.    En el griego, significa: volver a construir, poner en orden, restablecer.                 

Nota: al igual que en el A.T. el término generalmente hace referencia a la reconstrucción...                                                           
 
C.    El plan de salvación es un plan de restauración. 

Nota: En el Edén el plan de Dios fue dañado, porque Dios quería gobernar la tierra a través del hombre, y con la desobediencia de Adán, el diablo tomó la autoridad y vinieron las tristes consecuencias, pero Dios da inicio a un plan de restauración…  

II.  DIOS ENVIÓ A SU HIJO A REPARAR EL PLAN ORIGINAL:

A.    Cristo es el postrer Adán, 1 Cor. 15:45,47.     

Nota: La relación aquí es muy clara, un primer Adán que falló y un postrer Adán (Cristo) que vino a restaurar o reparar el daño ocurrido en el Edén… 
 
B.     Cristo vino a cumplir el propósito divino, Gál. 4:4.   

Nota: el salmista dijo: “en tus manos están mis tiempos” (Sal. 31:5), Dios siempre se mueve en su tiempo. Tú eres un propósito divino y has nacido en el tiempo de Dios. Cristo tuvo que enfrentar:

1.  Rechazo de las autoridades religiosas (sacerdotes, escribas y fariseos…) 
2.  Rechazo e incredulidad de su familia,
3.  Calumnias de sus oponentes,
4.  Menosprecio en varios lugares (Ej: los gadarenos... en Nazaret…)
5.  Traicionado y crucificado, todo esto vino contra Cristo, pero él se fortaleció en Dios y pudo vencer, porque se cumple la Palabra de Dios que dice:“Jehová cumplirá su propósito en mí”

III.   CRISTO ES NUESTRA INSPIRACIÓN:

A.    La muerte no pudo retenerlo, Lc. 24:1-3. 

Nota: La piedra según el evangelio de Mateo fue removida por un ángel… el cuerpo del Señor no estaba, había resucitado…

Lc. 24:4-7, la palabra resurrección (gr. anastasis) significa ponerse de pie, levantamiento, “pararse de nuevo”. Al tercer día resucitó, cómo el Padre se lo había dicho, Jesús confió en su Padre, y 72 horas después de su muerte el poder de Dios vino sobre el cuerpo de Jesús, sus lienzos cayeron y él se levantó… Quizá has escuchado decir frases como:
“ya no hay posibilidad”,
“de ésta no se levanta”,
“ahora si fracasó del todo”,
Pero ignoran que nuestro Dios resucita muertos, que Dios toma lo vil y menospreciado del mundo para glorificarse, que siendo Abraham de 100 años, tuvo hijo, porque Dios da vida a los muertos y llama las cosas que no son, como si fuesen, porque nada es imposible para Dios…     

B.    Lc. 24:8-12, el sepulcro es figura de aquello que te quiere retener.  

Nota: Entre los hebreos, se trataba por lo general de una cueva, cerrada con una puerta o piedra. Según los relatos evangélicos, el cadáver de Jesús lo depositaron en un sepulcro nuevo que José de Arimatea había hecho excavar para sí mismo en una roca, y cuya entrada se cerró con una gran piedra. Imagínate su interior al ser cerrado, era un lugar de:

1.  Oscuridad,
2.  Soledad,
3.  Cautiverio,
4.  Silencio asfixiante,
5.  Fracaso para los de afuera. Para todos había muerto, y todo había acabado, para Jesús un gran obstáculo a vencer era el sepulcro… Cuál es el tuyo?

Conclusión: Cristo venció, cumplió el propósito del Padre, muchas cosas vinieron contra él, pero confió en las palabras del Padre y se levantó en el poder del Espíritu, tomó la autoridad y delegó a su iglesia para vencer… eres llamado a levantarte y caminar en el poder y las promesas de Dios…

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